El impacto que la actividad económica tiene sobre el planeta provoca que este área de estudio permita entender cómo las dinámicas de producción y consumo afectan a la crisis ecosocial. Por este motivo, medios de referencia en el ámbito del periodismo ambiental, como Ballena Blanca, incorporan esta perspectiva en sus páginas. El decrecimiento, como estrategia económica, se posiciona como un camino a seguir en el tránsito hacia la sostenibilidad. Todo esto lo explica Óscar Carpintero, doctor en Economía e investigador en materia de economía ecológica. Forma parte del Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas (GEEDS) de la Universidad de Valladolid.

¿Qué es la economía ecológica?

Carpintero considera que la economía tradicional únicamente tiene en cuenta el medioambiente «en la medida en que se le pueda asignar un valor monetario«. Mientras, la economía ecológica entiende que «el sistema económico forma parte de un sistema más amplio que es de la bioesfera» . Por tanto, debe respetar sus limites.

Esas fronteras de lo sostenible son una asignatura pendiente en un sistema en el que «apenas el 6% de los materiales que utiliza la economía mundial vuelven otra vez al proceso productivo, el resto acaba en vertederos o mares». Esto explica que la sociedad postindustrial haya supuesto consecuencias nefastas para el planeta. «Doscientos años de sociedades industriales han tenido un impacto muy superior a todos los miles de años que la especie humana ha habitado este planeta», añade.

La vía del decrecimiento

En un contexto como el actual, considera que «el escenario casi obligado es el de gestionar una economía en el que esa menor disponibilidad de recursos tiene que ser suficiente para satisfacer las necesidades». Numerosos expertos señalan el decrecimiento como la línea de actuación en este sentido, aunque Carpintero apunta que esto se aplica a los países ricos, que son los que están «despilfarrando los recursos». En el otro lado de la balanza, se encuentran los países pobres que deberán aumentar su consumo para cubrir sus necesidades. «Es una estrategia de solidaridad y justicia distributiva«, explica.

De esta manera, se resolvería además una injusticia que se produce en torno a «los impactos derivados del consumo«. Son los países pobres los que sufren en mayor medida las consecuencias de la contaminación de una minoría de estados ricos. El término ‘decrecimiento’ genera reticencias en gran parte de la población, que lo asocia a una pérdida de la calidad de vida. Sin embargo, Carpintero expone que esto no es así. Se trata de un cambio de hábitos y de acabar con «modelos de vida que no hacen más feliz a la gente«.

La relación entre el progreso tecnológico y la ecología es compleja, puesto que existe un «efecto rebote». A modo de ejemplo, Carpintero explica que «se ha producido un aumento de eficiencia de los coches, pero como consecuencia de ello no hemos usado menos combustible, sino que recorremos más kilómetros». Para transitar a un modelo más sostenible, es necesario ampliar la perspectiva, ya que «el sistema capitalista, que tiene una dinámica de acumulación, es intrínsecamente incompatible, porque es un sistema expansivo».

El momento de actuar

«Llegamos un poco tarde», sentencia Carpintero. Es importante actuar ya, porque cada año que se pierde, supone uno menos para mitigar las peores consecuencias del cambio climático. «No hacerlo implica mucho mayor coste y hacerlo supone mejorar la habitabilidad en el presente y las perspectivas de vivir en este planeta en el futuro«, declara.

Aunque en comparación con países como Estados Unidos pueda parecer que el papel de España no es tan grande, la realidad es otra. «Si utilizamos un indicador como la huella ecológica, necesitaríamos tres planetas para que todo el mundo viviera como el español medio», asegura Carpintero. Señala que España sigue «una estela similar a la de otros países ricos«. Además, el boom inmobiliario también ha tenido una repercusión negativa.

Para iniciar el cambio, el entorno más cercano puede resultar de gran utilidad. «La economía local son los escenarios de experimentación, demuestran que es posible hacer las cosas de otra manera«, sostiene.

No te pierdas la entrevista completa con Óscar Carpintero:


0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.