El alto impacto del sector energético en las emisiones de gases de efecto invernadero ha motivado que se apueste por las fuentes renovables como alternativa más sostenible. El agotamiento de los combustibles fósiles hace necesario buscar nuevas vías. Pero, en la crisis socioambiental no se puede olvidar ese componente social, que a veces se pasa por alto. Es lo que ha sucedido con los vecinos del Valle del Esgueva, que el próximo lunes 20 presentarán su situación en el Café Zorrilla, a las ocho de la tarde.
¿Qué sucede en el Valle del Esgueva?
Elena Fraile, vecina de Renedo y una de las miembros de la asociación Defensa Valle Esgueva, cuenta que descubrieron, casi por casualidad, la instalación de dos placas fotovoltaicas en la zona y otra proyectada. Una de ellas «rompía el pueblo en dos» y tenía un «impacto visual muy alto». Se celebró un pleno, pero la decisión fue continuar con la instalación, «porque ya estaba todo tramitado». A partir de entonces, aumentó la preocupación en el pueblo y se creo Defensa Valle Esgueva, que empezó a difundir esta causa a través de Facebook. Tras algunas indagaciones, comprobaron que había más proyectos en tramitación.
La actuación de las empresas
Detectaron que el modo de actuar de las empresas que promovían estas instalaciones era controvertido. «Ofrecen mucho dinero a los agricultores a cambio de que les reserven las tierras, tanto que nunca lo ganarían con la agricultura», explica Fraile. Entonces, se encargan estudios ambientales a otras empresas y, si son positivos, el proyecto sigue adelante.
«Existen dos tipos de proyectos fotovoltaicos, en función de los megavatios que se vayan a producir: si son inferiores a cincuenta, los tramita la Junta de Castilla y León, si son superiores los tramita el ministerio de Transición Ecológica», aclara. Por eso, estas empresas «buscan fragmentar campitos, para no alcanzar los 50 megavatios y que lo tramite la Junta», ya que considera que es más fácil conseguir la autorización.
Empezaron a observar como cada vez había más proyectos en tramitación. «Algunos alcaldes de ayuntamientos pequeños se asustaron de la cantidad de ofertas que recibían, cada una mayor que la anterior, y nos contactaron«, recuerda. Desde Defensa Valle Esgueva creen que estas empresas elaboran muy buenas estrategias de marketing y destacan sus dotes comerciales.
La oposición de Defensa Valle Esgueva
Al encontrar elementos poco convincentes en los estudios de impacto ambiental, redactaron multitud de alegaciones. Para ello, contactaron con algunas asociaciones ecologistas, con el objetivo de evaluar el impacto social y ambiental. Consideran que peligran especies de aves y acuíferos, entre otros. Además, observaron que estos proyectos planeaban extenderse por todo el valle, por lo que se dedicaron a informar y divulgar sobre esta situación.
Para conseguir que el alcalde denegara el cambio de uso del suelo, impulsaron una iniciativa popular: «duplicamos el número de firmas que necesitábamos«. Tras esto, «no les quedó más remedio que llevarlo a pleno y denegar la autorización«, explica Fraile, aunque están a la espera de la firma del alcalde
«Ahora nos contactan empresas que quieren hablar con nosotras, porque ahora, cuando hay movilización, hay que hacer también un estudio de impacto social, entonces quieren nuestro beneplácito, pero no lo van a tener», sentencia. Mientras tanto, han redactado un manifiesto que esperan que suscriban los alcaldes de distintos municipios del valle, para realizar una protesta conjunta.
Con el objetivo de dar a conocer sus reivindicaciones y la situación que atraviesa el Valle del Esgueva, realizarán el encuentro del próximo lunes. No son las únicas voces que alertan de la mala ejecución de algunos proyectos fotovoltaicos. El pasado mes de mayo, Santiago Campos, de la cooperativa Energética, explicaba en un encuentro con la Asociación Vecinal Rondilla las posibilidades que ofrecen los techos de grandes naves y polideportivos para la instalación de placas solares, sin perjuicio del terreno.
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